Mi trabajo se enfoca en los vínculos familiares y sus implicaciones en la construcción de la identidad, especialmente en contextos marcados por dinámicas jerárquicas disfuncionales, desvalorización de roles y ausencia de figuras parentales. Me interesa observar cómo estas experiencias moldean la vida emocional y simbólica de las personas, y cómo pueden abordarse desde la práctica artística.

Este interés surge de mi propia experiencia en un entorno familiar complejo. A partir de ahí, comencé a investigar conceptos como el de la integración de opuestos —masculino y femenino, presencia y ausencia, orden y caos— pueden funcionar como herramientas de análisis y transformación. Tomo como referencias marcos como el pensamiento junguiano, que propone la existencia de energías complementarias (ánima y ánimus), así como la convergencia de influencias culturales provenientes de mis raíces mexicanas y sirias, con las que me identifico.

En series como “Sangre bruja” Trabajo principalmente con pintura en gran formato. Utilizo elementos formales estructurados, como composiciones geométricas junto con gestos pictóricos más libres e intuitivos. Me interesa explorar la narrativa visual al contrastar recursos que remiten a la estabilidad y el control con otros asociados a lo emocional y lo espontáneo. Esta combinación me permite representar tensiones internas, explorar procesos de reconstrucción personal y proponer un re significación de los condicionamientos impuestos por normas socioculturales.

Mi obra busca proponer una mirada crítica sobre los estereotipos de género y los roles fijos en las relaciones afectivas, en un espacio de diálogo que promueve la integración de fuerzas complementarias. A través del trabajo visual, me interesa ofrecer espacios de observación que inviten a repensar la forma en que nos relacionamos con la diferencia y la contradicción, reconociendo la compleja dicotomía de nuestras identidades y la posibilidad de transformación.